Sí llegó, y no uno, sino dos de mis invitados; por lo que concluyo que de algo sirvieron mis múltiples reclamos desde el blog y twitter.
Así que gracias a ambos por ponerme en un predicamento nuevo para mí, ¿qué y a quién público?
Pues digamos que intentando ser lo más justo posible, publicaré la participación de quien hasta ahora no había enviado nada, sin embargo para no aburrirlos con otro viernes de reflexiones políticas, publicaré la participación de “Gallard” el día de mañana que se titula “Almas Gemelas”, y no tienen una idea lo que ahí dice, no se lo pueden perder.
Y mientras eso sucede, aquí está la de hoy…
“Las relaciones humanas, ¿un sarcasmo de nuestra moralidad?”
“He de decir que al inicio de esta semana, se despertó mi interés en los diferentes temas que nos hemos discutido y es que son tantos pero al mismo tiempo tan pocos; que voy a puntualizarlos, podemos escribir sobre política y el hartazgo, sobre religión y lo relativo de su sentido, sobre medio ambiente y nuestra participación, y es que en todo hay algo que mejorar. Fue cuando decidí dejar de leer y ponerme a escribir.
¿Qué no son las relaciones humanas por donde deberíamos comenzar?, ¿qué tan descompuestas están al día de hoy?, ¿cuál es la base para que el bien actuar y el bien pensar fluyan en la misma dirección?
Pienso que la individualidad debería de estar siempre compuesta de una conciencia sana y una estructura clara de "el bien y el mal"; sin embargo no es posible limitar la facultad de cada individuo para elegir que pensar o como actuar.
Gran parte de la responsabilidad de el buen funcionamiento de una sociedad radica en las relaciones humanas, en sus reglas y en su orden, aceptemos que en un mundo cada vez más globalizado y competitivo es necesario retomar el tema de las relaciones humanas con miras de ser individuos más sensibles a lo que ocurre en nuestro interior y en nuestro entorno.
El ser humano no puede vivir aislado, porque tiene la estricta necesidad de relacionarse con el mundo - con sus semejantes - esta interrelación merece que pongamos especial atención en los principios que pueden dictar la sana convivencia y la forma de actuar de cada individuo.
Y es que los principios fundamentales como la comunicación y el respeto no son distintos en ningún país por diferente que sea la lengua, considerando dichos principios, les pregunto ¿es posible una sana convivencia cuando NO existe comunicación y respeto?
El conquistar dichos principios en nuestra vida diaria genera entendimiento y el entendimiento entre los hombres es siempre mástil de equilibrio.
Quién diverge de opiniones y métodos pero respeta, genera equilibrio; el que da una idea (opina, expresa, comunica) marca una pauta, genera el camino, sí y solo sí, respeta y acepta la crítica.
Me gustaría profundizar en este tema, estudiarlo y dominarlo, entender más al respecto, para lograr comprender como la sociedad que hoy vive y reina no es capaz de cuidar el medio ambiente, me gustaría entender como los individuos a cargo de las leyes y decisiones de nuestro país han dejado de coexistir para solo existir, por lo que les pregunto:
¿Qué no son las relaciones humanas en nuestros días, un sarcasmo de nuestra moralidad?”
Algunas preguntas no tan fáciles de contestar, pero de eso se trata este espacio, de tener una gran página en blanco donde poder expresarnos, pero sobre todo un lugar para unir mentes, sin fronteras, sin distancias y sobre todo sin censuras.
Que tengan un hermoso jueves, lleno de éxitos y grandes satisfacciones.
No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo.
ResponderEliminarLa crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura.
Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis, se supera a sí mismo sin quedar 'superado'.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.
El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía.
Sin crisis no hay méritos.
Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla y callar en la crisis, es exaltar el conformismo.
En vez de esto trabajemos duro.
Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla. ACZ
- Albert Einstein -