Definitivamente, si este espacio fuera el programa dominical de “CHABELO”, ya llevaría yo varías espantosas equis (X) provocadas por mi ausencia.
Las razones son tantas y por ser tantas, tan poco mencionables, que no lo haré. Solo aparecí por aquí para saludarles y dejarles saber que no se han librado de mí ni de mi habanero.
Hay eventos en la vida personal y profesional de cada uno de nosotros que requieren de nuestra total atención, que te distraen de todo lo demás, y eso fue lo que me sucedió. Para poder mantenerme enfocado en el resultado buscado, me quité el tiempo para poder escribir a diario, aun cuando no siempre eso sea suficiente.
Apenas leí que, un plan que no degenera en un duro y arduo trabajo, es una porquería. Y saben, tienen razón, hay cosas en las que no debemos ni podemos esperar resultados como los planeados si no acompañamos dichos planes con acciones contundentes y asertivas para lograrlo.
Como se darán cuenta, sigo disperso, y eso se debe a que así me siento. Aun cuando intento enfocarme me sucede exactamente lo contrario.
Esta semana saldaré mis deudas con mis invitados, los animalitos, las reflexiones políticas y las que se vayan acumulando.
Que vivan en el mejor día de sus vidas, Luis
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