Ya es martes y #LasLocuras están de vuelta, y en esta ocasión fueron inspiradas por mis hijas; quienes el domingo fueron dos jovencitas muy críticas de la situación de su país y pienso que tienen razón.
Primero fue la crítica sobre el libro entregado por el Gobierno Federal en las escuelas primarias, desconozco si lo entregaron en otros niveles, pero intentando citarlas textualmente, una me dijo: "dice lo mismo que dicen mis otros libros, deberían de haber ocupado ese dinero para hacer más escuelas".
La mayor, respondió a mi pregunta de sobre si se sentía orgullosa de ser mexicana, con un “sí, pero”:
"Pero no me siento orgullosa de vivir en un país donde parece ser más importante mover un montón de cenizas o restos mortales de un lugar a otro para recordar que hace 200 años tuvimos que luchar por nuestra independencia o celebrar que hace 100 años se fundó la oligarquía que hasta ahora nos ha gobernado y nos tiene frente a la situación más triste que se puede tener en la historia de un país que se dice independiente, pues hoy necesitamos independizarnos de la delincuencia; no es justo no poder estar seguro en tu propio país, en tu ciudad o en tu casa.
Ese dinero debería de destinarse a elevar las opciones educativas y de salud de todos esos jóvenes que son hoy parte de la delincuencia, a mi no me hace sentir nada el hecho de que se vayan a gastar una millonada sin sentido alguno"
Esas fueron algunas de sus reflexiones y saben, tienen razón.
Es absurdo que estemos frente a una celebración que conmemora hechos, que sin duda son pilares de nuestra historia, pero ignora por completo el hecho de que estamos atrapados en lo que parece ser un callejón sin salida. Y eso no es historia, es realidad.
Los datos no dejan mentir, 13 alcaldes asesinados, 2073 policías federales, 59 periodistas y del otro lado, nada más que, 131,199 muertos en aproximadamente 963 enfrentamientos entre carteles del narco, miles de muertes colaterales de civiles inocentes.
Después de esos hechos y de cientos de millones de pesos gastados en obras inconclusas para los festejos del Bicentenario de la Independencia de México, nos enfrentamos a un escenario de reflexión, reflexión sobre nuestra historia, pero sobre todo sobre nuestro futuro.
Desde el reclamo profundo y sustentado de @alejandro_marti ante la inseguridad, pareciera que no ha pasado nada, desde la marcha por la paz pareciera que no ha pasado nada, desde el impacto de la crisis económica mundial pareciera que no ha pasado nada y la pregunta es: ¿irá a pasar algo?
No veo como si no nos involucramos como sociedad civil y sigamos inmersos en las estrategias de la farándula, el espectáculo, la retórica, las agendas personales y no grupales, la carrera por la sucesión presidencial entre muchas otras cosas.
¿Debemos entonces celebrar?
No soy el “Grinch” y no me puedo negar a sentir un enrome orgullo de ser mexicano, pero más que festejar deberíamos recordar. Recordar de dónde venimos, qué hemos logrado, pero sobre todo, qué tenemos que lograr como pueblo, como nación y como una raza bendecida por tener la historia que tenemos, pero maldecida porque al tener esa historia pareciera que nos negamos la oportunidad de escribir una nueva o al menos una continuación de aquellas cosas que valen la pena.
Gracias a todos los Héroes que nos dieron independencia, gracias a cada uno de los mexicanos, hombres y mujeres, que día a día hacen su trabajo y dan su mejor esfuerzo dentro del marco de la ley, gracias a los valientes que alzan la voz para que no sigamos por este camino de decadencia.
Y tú, ¿Qué estás haciendo para festejar tu futuro como Mexicano?