En mi perfil les digo que soy aficionado al golf y alguien me preguntó porqué nunca había escrito nada sobre el tema y es cierto, nunca lo he hecho y aquí les va la Locura Golfista del viernes… (Y no saben lo que daría por estar en este momento en camino a pegarle a la cacariza1)
Y tomando algunas de las frases dichas comúnmente mientras se practica este deporte como introducción a este tema, he de decirles que: “Este jueguito probablemente lo invento el Diablo”.
Esto es así porque, más allá de las complicaciones provenientes de todas y cada una de las reglas que norman este deporte, que es por mucho uno de los más complicados, es en donde tenemos al contrincante más fiero jamás visto: “A nosotros mismos”.
Aquí no hay quien nos conteste una bola o nos haga un cambio de juego de lado a lado de la cancha, NO, aquí tenemos una pelota que nos invita a golpearla con la dirección adecuada, la fuerza adecuada, el ritmo adecuado, el bastón o palo adecuado, alienados adecuadamente; considerando además la inclinación del terreno, el largo del pasto, la profundidad del lugar en donde está la bola, y ni que decir si está mojado o seco; la bola esta en un “Bunker”2, ese es otro tema pues tendrás entonces que decidir por la inclinación del “Wedge”3 adecuada para golpear la bola y sacarla de la trampa –otra vez dependerá de todos y cada uno de los factores anteriores- y por si eso no fuera poco hay que considerar que tipo de bola estamos usando y podría seguir con varios factores más que debemos considerar y hacer pasar desde nuestra mente a través de nuestro cuerpo y entrar en equilibrio con el entorno.
Todo lo anterior deberá de ser considerado de la forma “adecuada” en aproximadamente un minuto o minuto y medio antes de tener que golpear la bola una vez que llegamos a ella o al “Tee”4 de salida del siguiente hoyo.
Pero al final, la pregunta podría ser o debería de ser: ¿A quién tenemos que vencer?
A nosotros mismos, poder enfocarnos en lo que deseamos lograr y no dejar que ninguno de los varios distractores en el ambiente nos haga perder la concentración, no permitir que la prisa, los nervios, las presiones de la chamba nos hagan perder el foco.
Es en esta situación que tenemos la grandiosa oportunidad de retarnos a nosotros mismos, de concentrarnos en lo que queremos, la de aprender a controlar nuestro cuerpo y nuestras emociones.
Si bien es cierto que haciendo todo esto de la manera adecuada, probablemente no llegáremos a ser considerados profesionales, pues no invertimos ni el tiempo, ni el esfuerzo ni los recursos para serlo, al menos aquellos que somos aficionados. Si es completamente cierto que lo haremos mejor y disfrutáremos mucho más el juego.
Pero más allá del juego por sí mismo, está el hecho de que es todo un reto el practicarlo y desde mi personal punto de vista, no tiene nada de aburrido… si al menos una vez llegan al hoyo 19, la pasarán mucho mejor.
1.- Cacariza: sobrenombre de cariño usado para describir a la pelota de golf.
2.- Bunker: Trampa de arena o en algunos casos de pasto.
3.- Wedge: Bastón con altos ángulos de inclinación.
4.- Tee: Lugar en donde se coloca la bola al comienzo de cada hoyo en un campo de golf.
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