¿Qué tal Cibernautas? ¿Me extrañaron?
OK, no contesten por favor.
Les platico que ayer decidí que tenía que brincar lo más rápido posible a través uno de esos días de “coma” general a tu alrededor, lo que me tiene intentando descubrir si hoy tocan:
¿animalitos inseguros? ¿plantitas seguras? O si, ¿es lunes o martes?
Argumento suficiente para que dejar claro que hay algo de desorden a mi alrededor, pero ese desorden tiene más de una razón de ser. Lo que me trajo al tema de hoy.
Somos animalitos (sí, en toda la expresión de la palabra); somos animales sociales, animales políticos, animales intelectuales y a veces otras clases de animales no tan deseables y necesitamos estar seguros en nuestro entorno, en nuestras emociones pero sobre todo saber cómo enfocar estas últimas para lograr lo que deseamos.
Por Dios, hoy si que vengo disperso, unas líneas más y les prometo llegar a meollo de este asunto.
Las emociones dependiendo de sus múltiples combinaciones provocan estados de felicidad o infelicidad en los seres humanos; esos estados que a veces parecen ser permanentes y que nos auto definen como felices o infelices.
Ahora sí, ¿se puede ser ambas al mismo tiempo?
Sí y no, ¿qué tal? Ahora si me perdieron.
La felicidad al igual que la infelicidad no son estados absolutos, no son lugares a los que se pueda llegar o del cual se pueda salir: son formas de vivir.
Imaginemos a la persona más feliz que conozcamos, ¿ya? ahora imaginemos a esa misma persona el día de la muerte de su mejor amigo, o su pareja o su mascota. ¿Ya?
¿Es esa persona feliz ahora infeliz por el segundo hecho? NO
Esa persona feliz, está pasando por un momento de duelo o tristeza o pérdida en su vida. Sin embargo vivir un momento de tristeza profunda no lo hace ser infeliz, porque él decidió ser feliz y vivir plenamente. Aceptando las cosas que no puede cambiar y actuando sobre aquellas que puede cambiar. Y que quede claro, no se trata de ser conformista, sino de ser realista, no podemos cambiar estados absolutos como la muerte, pero si podemos modificar nuestro entorno y nuestro sentir, de tal manera que podamos seguir viviendo felizmente y no al contrario, evitando que los obstáculos nos hagan sentir infelices de manera permanente.
Así que si ya decidiste vivir feliz, sigue así, si no lo has hecho, ¿no crees que ya es hora?
Comienza a actuar, a pensar y a sentir felizmente y antes de lo que imaginas serás un ser humano pleno y feliz.
Otra vez hasta que te quede claro: ¿No crees que ya es hora de vivir feliz?
Hola Luis,
ResponderEliminarHe seguido tu blog por varias semanas y este último articulo me parecio atinado a una situación que pase hace un par de días. Uno es responsable de sus emociones, uno decide con quien hablar o no y la felicidad no se debe centrar en otra persona ya que tarde o temprano esa persona se elajra y toda la felicidad que depositamos en ella se ira y nos quedaremos vacios. Es por eso que primero soy feliz yo para dar felicidad a otros y que se perciba a mi alrededor. Saboreo la vida a cada instante y me gusta ver los diferentes tonos de la vida.
Saludos