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Soy padre, contador público, maestro en alta dirección, activista social y político, jugador de golf y corredor de autos, admirador y promotor de la cocina y vino mexicano; Ironman. Me gusta compartir lo que pienso, crítico ampliamente a mi país y el estatus quo del mismo. Quiero lograr que este foro sirva como un lugar fértil para poder expresar lo que sentimos y pensamos sin perder de vista que somos responsables de lo que se pública y nunca debemos de permitirnos dañar a alguien a través de este medio. Sígueme en Twitter @luisgomezt

jueves, 27 de octubre de 2011

México y su realidad Kafkiana


Hoy me inspiró esta Locura el texto de un hombre a quien se le ha llamado loco e idealista en más de una ocasión –y tal vez lo sea y por eso comparto plenamente lo que ha escrito- y me refiero a Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del acaecido Luis Donaldo en aquellos desafortunados eventos en Lomas Taurinas.
Joven mexicano que nació en la cuna de la política y por ende tiene lo que muchos otros mexicanos no, el nombre necesario para ser escuchado diciendo cosas que muchos otros compartimos y aun cuando lo decimos, el eco de nuestras voces no tiene este alcance.
Como en pocas ocasiones lo he hecho en Las Locuras, a menos que valga mucho la pena, como es este el caso. Me atrevo a reproducir su texto integro antes de divagar sobre el.

“EL LLANTO DE UN MEXICANO

Por Luis Donaldo Colosio Riojas

Me preocupa. Me preocupa que veo a un país olvidado por sus líderes, quienes se concentran en sacar adelante sus carreras y a sus partidos antes que a su gente.
Me preocupa ver un abismo de desigualdad y diferencia, permeado todo por la infame indiferencia de quienes tienen la responsabilidad de honrar la confianza de su gente.
Me preocupa ver que en el Congreso imperan el caos y la desunión, que los ‘triunfos’ de mis diputados sean ver quién difama más al otro o quién silencia con más fuerza. Que exista un aura de trabajos inconclusos y que los pocos que se dedican al trabajo son sopesados por quienes se dedican al ultraje. Me preocupa ver más respeto en las tribunas de un clásico de futbol mexicano que en los escaños y curules legislativos. (¿que se puede esperar de la raza?)
Funcionarios públicos ausentes o sumisos (NISI) (Ni trabajan, pero SI cobran) y fuerzas policiales abandonadas o corrompidas es el maltrato que nos dejan nuestros gobernantes. Benditas aspiraciones de nuestros jóvenes con tanta materia prima corroída. No es sorpresa que ‘ni estudien, ni trabajen’ si el sistema educativo es cada vez menos adecuado y continúa decayendo gracias a quienes se supone deberían levantarlo. El empleo y las oportunidades son virtualmente inexistentes y nuestra economía es tratada con la lujuria de unos cuantos.
Me preocupa mi tierra, sangrando a borbollones, con sangre nacional y extranjera, de quienes depositaron su confianza en unos cuantos. Me preocupa que ‘esos cuantos’ tampoco sean eficaces porque ‘algunos muchos’ se empeñan en que fallen con tal de alzarse el cuello y alardear un ‘se los dije’.
La desigualdad de ideas nunca ha sido crimen, pero el callarlas y asesinarlas es nuestro nuevo movimiento nacional.
Miles de millones de pesos, de nuestro dinero, de nuestros impuestos, se reparten a ‘unos cuantos’ para hacer bien ‘muchos nadas’, mientras tanto nuestros niños tienen hambre, tienen sed y tienen miedo. Miedo, no de una inseguridad que crece sin medida, sino de lo que seguramente terminarán siendo: seres olvidados y marginados por su patria y a quienes luego se les reclame de ‘holgazanes’. Se les castigará por ineficientes y por no saber aprovechar las infinitas oportunidades inexistentes que tuvieron. Nuestros niños, ¿pero qué demonios les hicimos?
Me preocupan todos y cada uno de los miembros de mi familia, más de 112 millones de ellos, que miran al futuro sin un rumbo certero, ese rumbo que nuestros predecesores se negaron rotundamente a asegurar y que ahora miran con desconcierto alegando que ‘no es su culpa’. Y la pelea continúa; y las divisiones incrementan; y las diferencias se exaltan; y nuestros niños, mientras tanto, sufren.
¿Pero qué te pasa, México? ¿En qué momento se volvió rutina suicidarte?
Me preocupa mi gente, que prefiere esconderse frente a una pantalla de televisión que detrás de un libro, o mejor aún, de un oficio. Me preocupa que la política de desarrollo colectivo nacional en estos momentos pareciera que se llama 'resignación', pareciera que se llama 'derrota'. (difícil pelear contra las diversas mafias que se apoderan de los puestos públicos para saquear el país)
Me niego rotunda y enfáticamente a quedarme dormido, a darme por vencido. Así me tachen de por vida de demente o inadaptado. Qué ilusos somos todos al pensar que México necesita héroes, si lo único que le hace falta es la atención de sus ciudadanos, o mejor quizá, unos cuantos más de estos.
Este es el movimiento de la tercera insurrección mexicana, cuyo campo de batalla se libra en nuestros propios corazones, donde las únicas armas que encontremos y utilicemos deberán ser la paz, el trabajo y la Patria: suficientes muertes ha soportado lo sagrado de este suelo, y la tierra que se tiñe de rojo con la sangre de mi sangre es testigo de mi entrega. La batalla se gana en el corazón de nuestra gente, al denunciar nuestras propias faltas al país... y a nuestra estampa.”

Cuando lo leí por primera vez me hizo reflexionar, sin embargo no me atrapo como lo hizo ahora que volvió de nuevo a caer en mis manos, tal vez sea mi estado de animo o simplemente que lo leí más detenidamente, pero lo que sí se es que debemos todos como ciudadanos de unirnos en una sola voz para emitir un juicio histórico respecto de las muchas acciones e inacciones que nos tienen atrapados en lo que yo llamaría un “hoyo negro” en la historia de este gran país.
México no es solo inseguridad, corrupción, políticos y no políticos ineptos y holgazanes –no- México no es eso, jamás lo ha sido y ahora parece que nos estamos resignando a vivir bajo un imperio de desorden total, hemos sin darnos cuenta –al menos no todos- creado la validación de lo que llamaré “nuestra propia teoría del caos”.
Hemos de una manera kafkiana[1] aceptado esta realidad, realidad que no nos corresponde vivir como país, como raza y mucho menos como seres humanos, pues los factores como pobreza, inseguridad, ausencia de oportunidades, apatía, desasosiego, miedo y muchos otros más comenzaron ya a ser comunes en una gran mayoría de la población en este país, país que estamos dejando en ruinas para las siguientes generaciones.
En la tercera y última parte de Matrix –si, me refiero a la película- los humanos somos comparados con el estilo de vida de un “virus” –y no, no me refiero a un virus informático- y saben que, no es del todo equivocado. Hemos venido como raza destruyendo nuestro entorno y creando vicios sociales, culturales, económicos, políticos y hasta psicológicos, esos vicios son los que nos tienen como sociedad atrapados en este circulo vicioso del cual debemos de salir y no mañana, hoy, hoy es el día en que debemos de alguna forma –ojalá, la supiera- de dar ese golpe de timón.


[1] En líneas generales se llama kafkiana a una situación de sufrimiento sin un motivo, en que el sujeto está atrapado en una existencia absurda.

1 comentario:

  1. Woooooow¡¡¡¡ Me llego, de verdad que razon y que sabiduria, que tristeza que nuestro HERMOSO MEXICO este como esta, y TODOS somos responsables de ello, hasta cuando? Hasta cuando vamos a despertar? Hasta cuando seguiremos en la mediocridad? Hasta cuando nos uniremos para el bien comun? Tenemos que dejar ese egoismo, tenemos que empezar con pequeñas cosas como educacion civica, con respeto a los demas, con preocupacion por cada uno de los que vivimos en este pais, por ayudarnos entre todos en lugar de ponernos el pie. Que nos pasa? Que le dejaremos a las futuras generaciónes, que tiene que pasar para que nos demos cuenta, para que reaccionemos? TODOS tenemos, debemos poner nuestro grano de arena y hay que hacerlo ya, por nosotros, por nuestros hijos, nuestros nietos. YO ESTOY DISPUESTA¡¡¡

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