Estimad@s Lector@s de Las Locuras, hoy escribo completamente sorprendido y creo que ya verán el por que al terminar de leer esta loquera.
Pienso que los individuos son un reflejo de los grupos sociales a los que pertenecen -entre otras cosas- como lo son las empresas para las que trabajan y hay un grupo empresarial que admiro desde su cabeza y digamos que después de lo que sucedió hoy, ya no hasta los pies, al menos no a todos sus pies.
Don Alberto Bailleres es un empresario que ha mantenido su actuar a la par de sus ideales, fundador de un imperio a partir de la metalúrgica y la minería con Grupo Peñoles, ese hombre que nos tuvo a todos con una frase en la boca, cuando lanzaba la campaña de publicidad con un eslogan sarcástico y a veces hasta sinico que dice " Soy Totalmente Palacio", pauta publicitaria de su cadena de tiendas departamentales de lujo en México, también dueño de Profuturo, operadora de fondos para el retiro, de GNP, una de las empresas aseguradoras mas importantes en México y de varias mas.
Personalmente tengo el gusto de conocer a varios miembros de esa empresa, entre los que destaca Fernando Sánchez Argomedo, y lo hace por la relación que nos une y el enorme respeto que le tengo a su trabajo como activista social, defensor de la vida, excelente empresario y comunicador, mismo al que creo haré saltar de su silla al terminar de leer este relato.
Y pues ya basta de introducción, porque todo esto sale de mi cabeza por el hecho de que mi hija sufrió un accidente automovilístico el día de hoy -ella esta bien, tal vez tenga su orgullo de piloto un poco herido, pero ese se repondrá pronto- no hubo heridos que lamentar, lo lamentable fue lo ocurrido después del accidente, primero en donde el responsable del mismo, mejor dicho irresponsable no quería aceptar su responsabilidad en los hechos y segundo el que mi hija fuera víctima de un intento de corrupción o extorsión, no se exactamente cual de los dos sea mas acertado.
Esto me obliga a desviar un poco el tema en el afán de reflexionar acerca de la decisión de darle un auto a un adolescente, decisión que debe de ser evaluada de forma profunda y no solo por el hecho de las habilidades, llamemos les técnicas, necesarias para conducir, sino de la madurez necesaria en dicho joven para poder ser responsable de sus actos, aciertos y errores y sobre todo para conocer los alcances de dichos actos si se llevan con irresponsabilidad, tema que seguro tratare en otra edición de las locuras.
Los hechos están en que ambos llamaron a sus compañías aseguradoras, y fue entonces que el representante de GNP se negó a hacerse responsable del pago a menos que mediara una contraprestación -mordida- de por medio. Ante una salvajada de este tamaño, mi hija pidió el apoyo de la policía, para que los vehículos fueran remitidos al corralón y fueran los peritos de la Procuraduría del Estado de Morelos quienes analizaran y decidieran quien había sido el responsable del accidente.
Cuando esto sucedió, por arte de magia el ajustador de Grupo Nacional Provincial (GNP) accedió a hacer entrega de la orden de reparación, ya sin que mediara dicha contraprestación para hacer lo que todos debemos hacer y es cumplir con nuestro trabajo de forma integra, diligente y honesta, tal como Don Alberto y la gran mayoría de sus colaboradores han hecho durante muchos años.
"Cuca" ya va rumbo al taller -así se llama el auto de mi hija, ya saben las mujeres adoran ponerle nombre a sus autos y a los nuestros también- y esperemos regrese pronto a manos de su dueña.
Es muy triste ver como ya no nos espantamos con el intento de mordida o "pal chesco" tan famoso de los polis o tamarindos, tampoco del que a veces media en transacciones con algún grupo de malosos o de que la inseguridad nos este poniendo una venda en los ojos y cada vez la ignoremos mas, pero es mas triste ver como estos vicios están llegando al absurdo, contaminando lugares que estaban exentos de ello.
Así que después de darle gracias a Dios porque mi hija y todos los involucrados en el accidente están bien, solo me queda despedirme y desearles a todos un excelente resto de semana, libre de accidentes.
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¡Que bueno que tu hija está bien! Eso es lo importante.
ResponderEliminarTe cuento...Hace unos meses un auto chocó el de mi papá saliendo de la cochera, el señor responsablemente llamó a su seguro para hacerse cargo, (Seguros El Águila) el ajustador se negaba a pagar aún cuando el asegurado insistía en su culpabilidad, midieron el golpe, cotejaron la transferencia de pintura, (que era de un verde-azul ojos de mosca panteonera, imposible de igualar con otro accidente, ni aún queriendo) mandaron traer otro perito, al que después de un rato hubo que esgrimirle credenciales de prensa y negarse contundentemente a darle una mordida con la amenaza de llamar a sus superiores, profeco, medios y policía.
Finalmente se resolvió favorablemente. Pero que monserga.
Te mando un abrazo. Vicisitudes cotidianas ;)
Carina N.