Brincaré como parte de este ejercicio -que por cierto, no hice hoy- de una piedra a otra en los apenas últimos 45 años de vida de nuestro país, desde los eventos acontecidos en 1968 y no me refiero a las olimpiadas, dando un enorme salto hasta el asesinato de Luis Donaldo Colosio, pasando por un costado de todos los cuerpos que yacen inertes a un costado de la carretera de nuestra historia moderna y antigua - ninguna se salva- hasta llegar a Juárez, Ciudad donde se dijo no hace mas de 2 semanas, que habían disminuido los asesinatos en un 61% (labor que no corresponde a quien lo anuncio, eso no se logra por arte de magia, sino a través del trabajo constante, pero ese es tema de otra edición) y que sigue tristemente siendo considerada una de las ciudades más peligrosas del mundo, sin olvidar a nuestro querido subcomandante Marcos y su EZLN, la huelga en nuestra adorada universidad nacional autónoma de México, la toma de la avenida Reforma por alguien a quien me de nauseas nombrar, los puentes colgantes; por no llamarlos por su nombre de pila que seria "puentes para colgados", las huelgas de maestros en Oaxaca y como empujó esto a más y más niños y adolescentes a engordar las filas de los Zetas y no puedo olvidar los años maravillosos -y no me refiero a la famosa serie de televisión- sino a las incontables crisis económicas comenzando con la de 1982, 1987, 1995, 2008 y los anteriores a estos que no me atrevo a nombrar porque mi memoria no me deja o porque mi juventud de aquellos años, no los registro y de eso no hablan los libros de historia.
Y pues no puedo dejar pasar uno de los más recientes y me refiero al "Operativo CONAGO"; ¿Qué estaban pensando?... si es que lo hicieron.
Estoy consiente que más de uno me estará llamando fatalista en este momento, lo que soy es realista - créanmelo- me han llamado optimista en exceso en más de una ocasión y me considero eso sin duda alguna y pienso que México tiene un futuro prometedor, pero debemos de tomar las riendas de nuestro país, ahora y no mañana cuando tomemos las riendas de un país completamente sin rumbo o peor aún sin un futuro donde el derramamiento de sangre sea inevitable.
Hoy estamos frente a una encrucijada como nunca antes lo hemos estado, nos caracterizamos por ser un pueblo pacifico -aclaro pacifico, nunca cobarde- y de pronto amanecemos enredados en una estúpida guerra y aun cuando considero que toda guerra es una estupidez, esta lo supera por mucho pues a su comandante nadie le dijo que al menos leyera el Arte de la Guerra o le pidiera a algún versado en el tema lo asesorase adecuadamente y aunque no me lo crean, queridos lector@s de Las Locuras esto nos enfrenta a potenciales crisis económicas, sociales y culturales mucho mayores a las que actualmente vivimos.
Y si me lo permiten, se los intentare explicar lo mas claramente posible:
Económicamente es insostenible un gasto como el que tenemos en esa "guerra" que no cumple con una de las máximas de la economía de guerra, no solo por el botín esperado al final con la reconstrucción financiada de la sociedad derrotada, sino porque no hay un enfoque productivo alrededor de la misma; socialmente estamos lejos de aceptar que estemos mejorando los niveles en la calidad de vida de los ciudadanos, ahora no podemos dejar salir a nuestros hijos a jugar a la calle, tenemos un fenómeno migratorio en el norte de nuestro país sin precedente -y no me refiero a los indocumentados- me refiero a los empresarios y sus familias huyendo de la tierra que los hizo ricos; y por ultimo, donde están nuestros tesoros culturales, aquellos que nos han hecho resaltar mundialmente, como nuestra cocina, nuestra arquitectura, nuestra tierra y sus costas, nuestra historia y todos esos en donde deberíamos de estar invirtiendo en lugar de en una estúpida guerra que por si misma carece de ser eso exactamente, una guerra.
Y aclaro, no pienso que el narcotráfico, la extorsión o el secuestro sean algo que debemos ignorar; simplemente pienso que estamos peleando una guerra sin cuartel que hemos de perder y no porque no tenga un fin superior más que valido para toda sociedad, sino porque es una pelea dispareja.
Toda sociedad desea vivir en un entorno libre de vicios y violencia, que no se logra exacerbando las diferencias y es aquí donde esta locura comienza a llegar a su final.
Final en donde les digo, el único camino que tenemos como opción, se llama educación.
Eduquemos para que no haya como engrosar las filas de la delincuencia, eduquemos para que nuestros niños y jóvenes sepan decir no a las drogas, eduquemos para que no importe que los libros de texto no hablen de esos "años maravillosos" y aun así sepamos como evitarlos, eduquemos para que sepamos elegir a nuestros líderes y gobernantes, eduquemos para que si llegamos a equivocarnos, sepamos como corregir el rumbo.
Eduquemos e invirtamos en ello, es la única forma viable y real de hacer que este país sea lo que desde hace muchos años ya es y tenemos apagado como si fuera un foco.
Les deseo a todos una semana llena de éxitos y si tienen la oportunidad de compartir su opinión en este espacio, aquí los espero.
- Se supone les diga que escribí esta locura usando una aplicación llamada BlogPress desde mi iPad... Listo!
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