¿Y el invitado? ¡No llegó!
Así que decidí auto invitarme y para darle forma a la semana en que festejamos el día de Internet, me puse a buscar y a preguntar qué había pasado desde el nacimiento de ARPANET, sistema precursor del Internet tal y como lo conocemos el día de hoy.
Y lo que más llamo mi atención fue el hecho de que no todo lo que proviene de ahí o se encuentra ahí es benéfico para la sociedad en general; en especial para grupos más vulnerables a influencias negativas como los niños y los adolescentes.
Todos aquellos que tenemos hijos, debemos de prestar especial atención al manejo de los contenidos y el uso de las redes sociales.
¿Existe riesgo de desarrollar adicción a las redes sociales?
Sí, sobre todo en personas que no han logrado establecer una red social clara y son principalmente los que tienden a sobreexponerse para ser más conocidos; mandan fotos, chatean y exhiben incluso hasta su intimidad.
Cuando a través de un solo clic una persona logra desinhibirse, crea identidades falsas o da una imagen que no corresponde a la realidad, está generando una tensión emocional que favorece la adicción.
Las características de riesgo en estos dos grupos, son principalmente impulsividad, necesidad de nuevas relaciones y una autoestima baja.
Uno de los indicadores más claros de que se está cayendo en la adicción es la imposibilidad de controlar el tiempo que se pasa conectado y la única opción es evitar los factores de riesgo.
Sin embargo, y en contra de lo que algunos terapeutas recomiendan, no podemos aislar a nuestros hijos de la exposición al Internet y los muchos contenidos valiosos que ahí se encuentran. Lo que debemos de hacer es participar de su vida en la nube, guiarlos y procurarles actividades fuera del entorno que encierra una computadora.
No podemos ignorar el hecho de que las cifras son alarmantes, ya que en promedio un 37% de los menores reconoce sentir necesidad de conectarse con frecuencia; de ellos el 25% estudiantes de primaria y el 50% de secundaria. Un 30% de ellos ha facilitado su teléfono en la red, un 15% se ha reunido con desconocidos, un 7% no aviso a nadie que lo haría, y en un 9% de los casos la persona que encontró no era la que esperaba.
Como ven amigos internautas, no podemos ignorar que existe un riesgo en la nube, que debemos de actuar, pero sobre todo que debemos de estar siempre atentos a lo que los menores están haciendo.
Les deseo un excelente jueves y si alguien sabe de alguna mejor forma de mantenerse cerca de sus hijos, que comunicándonos con ellos. Pues bienvenidas las sugerencias.
Interesante el dato. Quizas pertenezco a una generacion diferente, pero desde mi adolescencia ingrese en la red de redes, expuesto a todo tipo de contenidos, y creo que no salí tan afectado.
ResponderEliminarYo creo que toño si salio afectado pero lo desconoce. Pero coincido, es un dato interesante. Y sin hijos me siento un poco lejano del sentimiento, pero me lo imagino. Hum... mejor es moderar su uso.
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