Eso es algo que no podemos decir que suceda en México, y es por ello que el día de hoy los invito a reflexionar sobre la Izquierda mexicana y su actuar dentro del marco del Estado de Derecho. Aclaro, no es una crítica, son hechos y cada quien puede y debe formarse su propio juicio.
La aclaración anterior atiende a que no me gustaría un plantón en el pasillo fuera de mi oficina o afuera de mi casa, son cosas que podrían suceder.
Y ya hablando en serio (lo anterior también lo fue); ¿recordamos todos el plantón de Avenida Reforma?, ¿la cantidad de familias que perdieron su trabajo?, ¿el desconocimiento de las instituciones nacionales? Y las preguntas pudieran ser interminables, lo que es un hecho es que como mexicanos hemos sido en muchas ocasiones rehenes de la mal llamada “Izquierda Mexicana”, aquella que no quiere reconocer de donde viene y a donde va, mucho menos reconoce que nuestro país logro salir de una anarquía de más de seis décadas “sin” derramamiento de sangre. No tuvimos que sufrir lo que países hermanos como España, Argentina o Chile vivieron para poder salir de un modelo que los estaba arruinando.
La izquierda mexicana ha venido evolucionando desde la fusión de varios partidos y la escisión de miembros de otro partido político.
Se ha caracterizado, no por buscar una mayoría para poder gobernar, sino en obtener una minoría para no dejar hacerlo. No es incluyente, es más bien radical. Conformada desde sus inicios por “tribus” que se disputan el poder, los puestos públicos, que prefieren decir que NO, antes que decir como SI.
Lo anterior la ha situado en el filo de la ilegalidad; ¿dónde terminan sus derechos? Y miren que no estoy proponiendo cuartar alguno, como pudiera ser el de manifestarse, no, simplemente los invito a reflexionar sobre sí, ¿no sus derechos terminan donde violan los míos?
¿No deberíamos de exigirles igual que a todos los miembros de una sociedad civilizada, que se comportarán como tales, como gente civilizada?
Yo pienso que sí, así como pienso que un país en donde solo se gobierna desde una tendencia política se estanca, también pienso que debemos de tener alternativas reales y no más demagogia.
Hace unos no muchos días, fue el aniversario del PRD (Partido de la Revolución Democrática) y sabes, no sé a ciencia cierta que se atrevieron a festejar.
Quiero pensar que su festejo fue sobre la decisión de respetar a las instituciones, las leyes, los derechos de sus connacionales; que decidieron salir de la ilegalidad y vivir dentro del marco de derecho que un Estado ofrece – que si bien no perfecto- es el marco en el cual debemos de regir nuestro actuar o arriesgarnos a las consecuencias.
No pensemos en el castigo, pensemos en la consecuencia que tendría sobre nuestro país si decidiéramos como sociedad pasar la factura a los partidos políticos y a sus miembros. Tendríamos un horizonte mucho más halagüeño que el actual.
Que tengan un hermoso fin de semana, cuídense de las ratas, las manifestaciones y de decir algo de lo cual se puedan arrepentir.
Este post me encantó! no lo arruinaré con un comentario.
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