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Soy padre, contador público, maestro en alta dirección, activista social y político, jugador de golf y corredor de autos, admirador y promotor de la cocina y vino mexicano; Ironman. Me gusta compartir lo que pienso, crítico ampliamente a mi país y el estatus quo del mismo. Quiero lograr que este foro sirva como un lugar fértil para poder expresar lo que sentimos y pensamos sin perder de vista que somos responsables de lo que se pública y nunca debemos de permitirnos dañar a alguien a través de este medio. Sígueme en Twitter @luisgomezt

jueves, 22 de julio de 2010

Dos horas de sol... segunda parte.

¿Se acuerdan de las dos horas de sol?

Sí, de aquellas en las que un antiguo consumidor de “Yolis”, locales e importadas  nos platico de sus autitos…

Pues ese mismo colaborador regresa a caer en mis manos para hacerme responsable de transmitir –tal y como lo ofrecí- todo aquello que hiciera sentido, o no, en este espacio libre de censura. Y siendo fiel a mi compromiso, aquí esta la experiencia de sus dos horas de sol.
           
“Mis dos horas de sol se vieron opacadas por despegar.com

Para nosotros los tecnócratas, el hacer uso de sitios web y aplicaciones de bolsillo  para organizar  nuestra agenda personal, hacer compras, planear viajes, etc. Se ha convertido en algo cotidiano, y muchas veces damos por hecho que todo siempre funcionará bien y que al final tendremos la satisfacción de que hemos ahorrado tiempo en trámites y en dinero teniendo acceso rápido a las mejores ofertas.

Pero ante esta cotidianidad, no debemos olvidar que atrás de estas maravillosas aplicaciones que nos ofrecen una vida más fácil, hay empresas y personas que no siempre funcionan tan bien como lo hacen los bits y los bytes.

Hace unas semanas planeaba un viaje a Acapulco. Como lo he realizado, me fui a mis sitios “favoritos” en el Explorer y me di a la tarea de ejecutar varias cotizaciones. La mejor opción la ofreció despegar.com Hice mi reserva, ingrese los datos de mi tarjeta, recibí la confirmación y listo. Dos días después cuando quise tomar el número de la reserva y ponerla en mi agenda personal… ¡sorpresa! el correo de confirmación no tenía número de reserva. Después de perder 45 minutos al teléfono escuchando comerciales y una de las melodías que terminas detestando cuando te hacen esperar, despegar.com me dijo que tenía que hacer nuevamente el trámite de reserva.

Segundo intento, genere mi reserva, ingrese datos, recibí correo de confirmación. Y listo... Valide que el correo tuviera un número de reserva… “copy-paste” al número de reserva a mi agenda de bolsillo.

Llegué a mi destino, y en la recepción del  Hotel Camino Real – Acapulco: “No señor, no tenemos nada registrado de despegar.com, mándenos el correo con su número de reserva y le asignamos habitación, no debe haber problema alguno.

En el día dos de mi viaje, llaman a mi habitación:

“Señor, llamamos de recepción, no tenemos nada aún de despegar.com, va a tener que cubrir un costo 80% mayor al que la agencia le ofreció originalmente”. Llame a despegar.com, nuevamente la musiquita y los comerciales durante 30 minutos (que ahora me parecían más intolerables que nunca). Me atiende alguien de acento sudamericano que afirma que el correo de confirmación dice en algún lado “por confirmar” que yo no debía haber viajado (¿Qué?). Solicite opciones, me transfirieron en más de tres ocasiones (sumen la musiquita y los comerciales cada vez), prometieron regresar la llamada y nada.

En recepción el gerente del hotel dio la opción. “Si recibimos el pago de despegar.com aunque fuera extemporáneo, no habría problema”.

Despegar.com tuvo la opción de liquidar las dos noches que pase en el hotel y todo se hubiera solucionado. Pero no lo hicieron así, solo pagaron lo de una noche. En mi tarjeta apareció un cargo por dos noches que después cancelaron. 

Al final. Tuve que pagar por una noche más del 80% de lo que tenía previsto y todavía las personas de despegar.com se quedaron con la idea de que me habían ayudado.

¿Qué ocurrió? Los señores de despegar.com aparentemente sobrevenden las habitaciones o los servicios que ofertan para poder ofrecer durante más tiempo tarifas más bajas. Se registran las reservaciones y no se puede cerrar el ciclo porque no hay servicios disponibles por parte de los proveedores finales. No existe el más mínimo seguimiento por parte de la empresa para asegurar que el servicio se brinde y se cierren las ventas. Y en mi caso, nunca intentaron hacer un arreglo inter-compañías para ayudarme. Es decir la calidad en el servicio es NULA.

Despegar.com es una empresa latina, me da pena realmente que ponga en tela de juicio su competitividad y eficiencia, por este tipo de situaciones.”

Se acuerdan de las experiencia descrita en Las Locuras el día 9 de junio, pues la historia se repite y si bien pienso que no debemos de dañar la reputación de ninguna empresa en la red, es cierto que debemos de hacerles saber que algo están haciendo mal. El servicio es muy malo, muy malo y hay que mejorarlo.

Mi invitado y aclaro que no yo, había comido mucho habanero importado de la península a Guerrero y no me pude resistir a  publicar lo que me mando.

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